LET ME BE A FREE PERSON!

EN UNA GOTA CABE EL UNIVERSO CUANDO ARQUEAS EL CUERPO.

MI LENGUA ROSA UN PROFUNDO MANANTIAL

LA OSCURA NOCHE SE ACERCA

Miedo al cambio, miedo al estar sola, miedo a lo desconocido, miedo a no tener en quién apoyarme.

Tantas cosas hoy rondan en mi cabeza que no sé ni siquiera para qué lado tirar, lo que es bueno de lo que es malo ya no se diferencia, no se realmente qué hacer y sigue este malestar de todos los días, de estar dependiendo de un mísero Sí, siendo que mi educación me enseñó todo lo contrario, y que a partir de que se te quema la cabeza por otra personalidad te cambia la infancia y el resto.

Espero encontrar la buena solución

Sacame de acá. Esa fue la frase que retumbaba en mi cabeza aquel martes, lleno de preguntas y sólo una respuesta, lleno de frustraciones y de no saber qué hacer. Con todas esas caras, algunas felices, celebrando, otras tristes, entre la espada y la pared como me pasaba a mí. Ese tumulto de personas en la puerta, empujando por entrar pidiendo por favor permiso para salir, irse a sus casas, y mientras tomaban un café reflexionar acerca de esta primera mitad del año, en la cual muchos se esforzaron, otros no tanto.

Pero lo importante hoy es que pasó un mes, un mes de reflexiones, de recarga de energía, de esperanzas. Entonces, dentro de cuatro paredes que me rodean, me miro a mí misma en el medio de los demás, y me gusta estar ahí, me gusta sentarme y escuchar, me gusta que los demás sepan que ahí tambien estoy yo, entre dibujos, entre palabras, entre frases.

Quizás te convertís en esa conocida que antes era mi amiga y sabía todo de mi. Tal vez ese cambió se está produciendo y no puedo intervenir para que cambien las cosas.

Quizás te querés convertir en eso, porque hoy no importa nada más que tu novio, que tu relación, que sean felices y que alguien como yo no recrimine que en las vacaciones me dejaste colgada más de una vez sabiendo que estaba con vos sola, y que tenías una semana más para pasarla con quien quisieras. Pero tus ganas de estar con él fueron más fuertes que me dejaste, que te fuiste, que quedé sola, que no me sentía bien, que estaba enojada, que me habías prometido que te ibas de vacaciones conmigo, y no con él.

Vos lo elejiste así, yo no lo quise compartir. Hoy te veo feliz, y si te gusta que todo esto siga así yo no voy a intervenir.

Tal vez este tipo de vida no me resulta, no tengo ganas de ella, necesito cambiarla, no se si sacando gente, pero yo se en el lugar que quisiera estar, y no me interesa si los demás me apoyan o no, porque soy libre y si sigo dejando pasar el tiempo después me voy a arrepentir, y no creo que sea una linda sensación. Entonces, ¿por qué pasa esto? Cuando sentí que estaba completa, que tenía lo que necesitaba. Es horrible esta sensación de enfermedad continua, de mal humor. Por momentos soy feliz, por otros no. Por momentos amo, adoro, por otros odio y quisiera matar. Estos cambios repentinos de humor me vuelven loca, no puedo controlar los nervios, el bien respirar, los mareos, los temblores. Me siento mal, me caigo, me caí.